El plan para cuatro años en medio de la recesión

Entre las prioridades del Gobierno de Gustavo Petro están la transición energética y la lucha contra la pobreza.

Jorge Iván González tiene en sus manos una herramienta poderosa: la formulación del Plan Nacional de Desarrollo (PND), que será la guía que le dirá al país por los próximos cuatro años hacia dónde debe caminar.

Su trabajo como Director Nacional de Planeación no es una tarea fácil, menos cuando se conjugan tantos factores en contra, de un lado debe atender al cumplimiento de las promesas de campaña del presidente Gustavo Petro, quien lo nombró precisamente para darle piso a todo lo que hasta este momento es el sueño de un candidato y de 11,3 millones de personas que lo apoyaron en las urnas; de otro lado, está un entorno macroeconómico complicado, de un crecimiento muy tímido para el país, como ya lo advirtieron el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y en medio de unos ajustes tributarios que aún hoy no son muy claros en el Legislativo; en otra orilla, hay una cantidad de personas reclamando una mayor atención estatal porque se han sentido abandonadas por décadas, víctimas del conflicto y de la pobreza que esperan que este gobierno, el primero de izquierda, les tienda la mano; y por último, un tejido empresarial que por años ha generado empleo, mejores condiciones de vida y crecimiento económico, que no se siente completamente cómodo con este gobierno y que teme ser el chivo expiatorio con el que el ejecutivo saldará su deuda con los más pobres.

En todo ese contexto, González le hace frente a la formulación del PND, viene recorriendo el país y escuchando a sus habitantes, se ha reunido con líderes sociales y comunitarios, con la clase política de los territorios, los gremios, los empresarios, las autoridades locales y regionales, la Fuerza Pública, en fin, para hacer un plan que los abarque a todos.

Visión Estratégica habló con el director de Planeación para entender qué esperar de 2023 y los planteamientos que regirán a la Nación en el próximo cuatrienio.

¿Cuáles son los presupuestos macroeconómicos con los que parten para el Plan Nacional de Desarrollo?

“Las predicciones que ha hecho el Banco de la República y que han hecho los institutos económicos nos hablan de un poco más del 1% de crecimiento de Producto Interno Bruto (PIB) para el próximo año. Pero creo que nadie tenía la expectativa de crecer más en Colombia ni en el mundo, ya pasamos el rebote que da la comparación con momentos en los que el crecimiento fue negativo, como ocurrió con la pandemia. Ya 2022 se compara con 2021 y 2023 con este año que ha sido positivo en crecimiento económico, podríamos decir que ya pasó el periodo de recuperación. Posterior a la pandemia las economías empiezan otra vez a ver las limitaciones estructurales que tienen y si a eso se le agregan las dificultades internacionales, como la inflación mundial, la perspectiva no es optimista y creo que ahí nos toca a todos hacer mucho esfuerzo para ver hasta dónde se pueden compensar las difíciles condiciones que vamos a tener en los próximos meses”.

Así las cosas, ¿cuáles serán las prioridades del Plan Nacional de Desarrollo?

“Desde la candidatura presidencial de Gustavo Petro tenemos claras las prioridades, al menos el esquema general o la sombrilla general del PND. Lo que hace el Plan es reflejar los grandes lineamientos del programa económico de gobierno que nosotros estamos completando con los diagnósticos que estamos encontrando en la región, en las conversaciones que estamos teniendo con las comunidades, que yo creo que han sido muy útiles para todos, especialmente para los técnicos de planeación porque aprendemos de las comunidades. De este modo es que entendemos las dificultades de jerarquizar y de ordenar los recursos que son escasos. Hay unos temas básicos que han aparecido o que ya estaban mencionados en el plan de gobierno que tienen que ver con la transición energética, que ha sido uno de los puntos centrales del discurso del presidente, la pregunta acerca de cómo avanzamos hacia una economía más limpia; el ordenamiento territorial que está relacionado con la economía limpia y con la conservación del agua para que efectivamente pueda hacerse una transición verde; y todo eso tiene que estar acompañado de un mejoramiento en la distribución de la riqueza y del ingreso en un proceso que verdaderamente sea incluyente”.

Ustedes hablan de la reindustrialización, ¿a qué se refieren?

“Tenemos claro que no hay una transformación industrial si no miramos con cuidado del territorio. Desde los años 20, con la llamada función de Cobb Douglas, a los economistas nos metieron en la cabeza que la economía funciona bien si hay stock de capital y si hay trabajo, pero se nos olvidó que el stock de capital se hace con recursos naturales y entonces volver a recuperar la importancia del territorio, de los recursos naturales, del agua, del sol para el desarrollo industrial ha sido un tema aislado de la dinámica industrial. Esto es constitutivo de los procesos industriales y urbanos, entonces si nosotros logramos pensar el territorio relacionado con las dinámicas industriales y con la economía verde, creo que podemos tener los grandes ejes de la que sería la transformación y la reindustrialización del país”.

Este gobierno tiene que conjugar dos factores importantes y contradictorios a la vez: un contexto macroeconómico complicado y promesas alrededor de los subsidios y de un mayor gasto público, ¿cómo lo hará?

“Lo primero es la política fiscal. Nosotros somos conscientes de que el nivel de tributación de Colombia es muy bajito, de apenas un 18% del PIB y necesitamos subir los niveles de tributación y para eso está la reforma tributaria, pues tiene el gran logro de que es un mejoramiento de los impuestos con un criterio de equidad. Se trata de impuestos progresivos, que es un primer elemento de la reforma que no es solamente de responsabilidad fiscal, sino un reconocimiento del papel que tiene que jugar el Estado en la dinamización de la producción; lo segundo es que todos coincidimos en que el gasto se tiene que hacer de manera más eficiente, somos conscientes y aceptamos que podemos mejorar considerablemente la eficiencia del gasto y esa es una tarea colectiva que tenemos desde Planeación y se hará con los sistemas de evaluación de resultados de seguimiento del gasto público, porque en todos los territorios y en todas las instituciones vemos que hay filtraciones de gasto y hay un mal manejo de muchos de los recursos, entonces esos dos elementos son claves dentro del gasto. Ahora, con respecto a la política de subsidios, se tiene que garantizar que sí lleguen a las personas que lo necesitan y que estén bien focalizados. Pero también tendremos una pata en la producción: no tiene sentido que Colombia esté importando alimentos básicos, la modernización del sector agropecuario tiene que ayudarnos a generar recursos y a mejorar las condiciones de vida de la población, entonces la mezcla y elementos económicos que pasan por una movilización del campo, una reindustrialización del país y una política fiscal en donde se conjugan de la mejor manera posible los impuestos y los gastos”.

Cuál va a ser el estímulo al empresariado y a la inversión para que en realidad estos sectores puedan crecer, generen empleo y a la vez paguen los impuestos que el Estado necesita?

“Lo primero es reconocer que hay unos problemas de competitividad y de productividad en temas centrales. A veces los industriales están pensando en subsidios directos, pero el problema es mucho más estructural: Colombia no tiene carreteras, no tiene ninguna autopista, no tiene sistema férreo, tiene una limitación aeroportuaria enorme, no tiene transporte fluvial; entonces, cuando a uno le preguntan cómo va a dinamizar la industria, la respuesta es mejorar en las condiciones de productividad y competitividad del país, y la decisión es clarísima en avanzar en ese propósito.
Uno no reindustrializa el país solamente pensando en que a estas empresas les va a dar subsidios, uno reindustrializa el país pensando en la macrofundamentación de la micro, es decir, yo tengo una dinámica económica en donde creo las condiciones para que las empresas sean productivas: la infraestructura; el sistema crediticio que tiene que contribuir a la dinámica empresarial, especialmente a la de las pequeñas y medianas industrias; y profundizar la agroindustria, no tiene sentido que Colombia no consolide pruebas de desarrollo agroindustrial a unas cadenas productivas que sean de mayor valor agregado. Ahora, una fórmula específica en la que hacemos primero A e inmediatamente viene B y después viene C, no es posible, pero yo creo que todos tenemos las intuiciones claras de lo que hay que hacer”.

 

La gran bandera del gobierno es la transición energética y los empresarios vienen cuestionando que no se está pensando en una transición sino en la inmediatez, se suspende la nueva exploración de petróleo, pero según sus cálculos, ¿cuándo vamos a dejar de necesitar combustibles fósiles?, ¿cómo vienen pensado en ese proceso?

“Planeación recoge las propuestas de los ministerios, en este caso del Ministerio de Minas y del Ministerio de Medio Ambiente, yo creo que fijarle una fecha a la transición no tiene mucho sentido, todos sabemos que es un proceso absolutamente complicado, pero lo importante es saber que estamos avanzando hacia allá. Entonces si a mí me preguntan cuándo se acaba la deforestación, pues yo digo yo no sé, ahora lo que yo sí sé es que ya tenemos que empezar a reforestar o por lo menos frenar la deforestación… Lo que le he dicho al equipo técnico de Planeación es que no vamos a poner unas metas en números absolutos, porque son imposibles de predecir; es que ¿quién se imaginó la pandemia?, ¿quién se iba a imaginar la guerra de Ucrania?, entonces para mí planear no es decir que en 2050 vamos a tener tal porcentaje de economía limpia, no, es decir, vamos a avanzar de tal manera que en 2030 o en 2050 claramente hayamos reducido la dependencia del carbono. Lo que sí sabemos es que tenemos que empezar la transición ya porque cada día que pase es un día muy doloroso, que ya las ciudades tienen que avanzar en el transporte eléctrico, que ya las ciudades tienen que tener paneles solares, que ya hay que luchar contra la deforestación en el Atrato y en el Amazonas”