ISA
ISA, uno de los habilitadores de la transición energética
Fija su mirada en una transición que cumpla con el balance del trilema seguridad energética, accesibilidad al servicio y armonía con el medioambiente. Como uno de los más importantes habilitadores de la transición energética, ISA le apuesta a una que cumpla con el balance del trilema seguridad energética, accesibilidad al servicio y armonía con el medioambiente. En este sentido, trabaja en varios frentes: adaptar la infraestructura eléctrica para mantener la robustez y resiliencia que requieren las redes bajo un escenario de cambio constante, así como en mantener la confiabilidad ante una variabilidad de la oferta y la demanda, lo que requerirá cada vez mayores inversiones en redes y recursos flexibles, incluyendo recursos distribuidos y almacenamiento.
Para que este proceso de transición, entonces, sea efectivo, ISA debe avanzar en la consolidación de un sistema que le da prioridad a las 5D: digitalizado, descarbonizado, descentralizado, disruptivo en la demanda y desregularizado, y que responda a las prioridades de adaptación de la red existente y mejor uso de la capacidad disponible; conexión de fuentes de energía renovable a las redes de transmisión, y desarrollo de las interconexiones que viabilicen la integración regional, ubicando siempre en el centro a los usuarios y la armonía con el medioambiente.
Integración de las energías renovables
El reto de la transmisión es integrar al sistema interconectado los nuevos polos energéticos, especialmente de las nuevas energías renovables no convencionales, que no siempre se ubican cerca de las redes de transmisión. ISA ha suscrito en el país, a la fecha, contratos para desarrollar proyectos de conexión (transmisión) que permitan integrar a sus redes casi 1.300 MW de nuevas fuentes de energía renovable no convencionales. Espera cerrar contratos para nuevas conexiones que integren otros 500 MW en los próximos años.
Impactos medioambientales
La transición energética busca, además de garantizar el suministro de energía, hacerlo de forma amigable con el planeta. Por esto, la compañía se fijó cinco objetivos estratégicos para los negocios de energía eléctrica, vías y telecomunicaciones: reducción de 11 millones tCO2 a través de programas para la conservación de la biodiversidad, como Conexión Jaguar; inversión de USD 10.500 millones en negocios y geografías actuales y nuevas que agreguen valor sostenible; inversión de USD 150 millones en emprendimientos que potencien la innovación y adopción de nuevas tecnologías, e inversión de USD 2.000 millones en nuevos negocios de energía para aportar con energías renovables no convencionales al sistema eléctrico regional.
Finalmente, la transición energética está llamada a dar respuesta, de manera directa, a varios Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, como Energía asequible y no contaminante (7); Infraestructura resiliente e innovación (9) y Acción por el clima (13). A la vez, que constituye un camino integral hacia la superación de pobreza, trabajo decente y seguro, equidad, entre otros ODS de forma indirecta. “Recientemente, lanzamos la primera escuela certificada para mujeres linieras en Colombia. Programa con el que estamos transformando vidas y familias: un rol que se creía que solo era para hombres, les permite a hoy tener ingresos y la posibilidad de una vinculación laboral estable”, dijo Juan Emilio Posada, presidente de ISA.
